Publicado 18-12-2020
En 1306 Fernando IV de Castilla solicitó entrevistarse con Jaime II de Aragón. Desde ese momento se intentó fijar una fecha para el encuentro de los dos soberanos, pero tuvo que ser aplazado varias veces debido a los conflictos internos en ambos reinos.
Al final se encontraron tres veces en 1308: en el monasterio de Santa María de Huerta, de Soria, en Monreal de Ariza, de Zaragoza, y en Alcalá de Henares.
Pero hablando del último encuentro, como colofón de los dos anteriores, el 19 de diciembre de 1308, el rey Fernando IV de Castilla y los embajadores aragoneses Bernaldo de Sarriá y Gonzalo García rubricaron el llamado "Tratado de Alcalá de Henares".
En él se acordó dos temas: Por un lado se pactó iniciar la guerra contra el reino de Granada, comprometiéndose a no firmar una paz por separado con el monarca granadino Muhámmad III. Tanto el rey castellano como el aragonés se decidieron aportar diez galeras cada uno a la expedición.
Se aprobó que las tropas del reino de Castilla atacarían las plazas de Algeciras y Gibraltar, mientras que los aragoneses conquistarían la ciudad de Almería.
Fernando IV se comprometió a ceder una sexta parte del reino de Granada al rey aragonés, y le concedió el reino de Almería excepto las plazas de Bedmar, Locubín, Alcaudete, Quesada y Arenas, que habían formado parte del reino de Castilla en el pasado.
El conflicto que empezó en junio de 1309, pero fracasaron en los asedios de Algeciras, por Fernando IV, y Almería, por Jaime II.
El segundo punto fue el acuerdo matrimonial de la infanta Leonor de Castilla, hija de Fernando IV, con el infante Jaime de Aragón, hijo y heredero de Jaime II.
Pero el matrimonio nunca fue consumado, ya que el infante Jaime huyó de la ceremonia de esponsales e ingresó en la Orden de San Juan de Jerusalén.
Al final la infanta Leonor de Castilla se casó con el ya rey Alfonso IV de Aragón, hijo y sucesor de Jaime II.
Tras la firma del "Tratado de Alcalá de Henares", los reyes Fernando IV de Castilla y Jaime II de Aragón enviaron embajadores a la Corte de Aviñón, a fin de solicitar al papa Clemente V que concediese la condición de cruzada a la lucha contra los musulmanes del sur de la Península Ibérica, y para que concediese la dispensa para la celebración del matrimonio entre la infanta Leonor de Castilla y el infante Jaime de Aragón.
Sobre este segundo punto, la dispensa matrimonial fue otorgada antes de la llegada de los embajadores a Aviñón.
Y en abril de 1309 el Papa, mediante la bula "Indesinentis cure", autorizó la predicación de la cruzada.
Por: Juan Mª Martínez Casado